Escribirte cartas para que no las leas
es como hablarle al hombre que soñé en ti.
He pensado sinceramente que no te amé a ti
sino al que quería que fueras.
Te cree en mi mente y le asigné tu cuerpo.
Creo firmemente que tú no estabas lejos de esto también.
Puede ser posible que nunca nos enamoramos de lo que somos
sino de lo que queríamos tener: la mujer y hombre de ensueño.
Nos enamoramos de nuestras ideas e ilusiones.
Nos olvidamos de que eramos otra cosa: la realidad.
He analizado el eterno e infinito lazo que nos ata
y lloro porque no le hallo una explicación lógica.
Eso quisiera decir que existe el destino.
¿Que realmente nuestra vida debe ser juntos?
Debe, como por deber divino; cósmico; intranatural.
Es una locura y es que la locura más carnal siempre nos ha asistido.
Nos hemos amado locamente con tanta locura que hemos sentido el odio.
Yo recuerdo cuando sentía que te amaba con una hermosa luz divina
que me estiraba la boca de sonrisas por ser tuya y tú mio; por ser nuestros.
Cuando luchaba era porque sentía que estaba forjando mi más preciado diamante
y vaya que esa idea no se me sale de la cabeza aún cuando me siento tan marchita.
Pienso que debe existir alguna manera de que encontremos la armonía pero
tantas heridas en nuestros corazones que me da dolor hacer una más.
Esencialmente ésta es la comunicación que jamás he podido lograr contigo.
En primer lugar, por mi ego (que no es muy diferente al tuyo)
y en segundo lugar por esas razones que no sé por qué tanta dificultad entre nos.
Quisiera tener un poder para encontrar una tregua definitiva
y así poder sentir paz estando juntos
o quizás estando lejos.
Pero sentir paz verdadera.
Porque desde que te conozco no he sentido sosiego por largo rato.
Ya son varios años en los que olvidarte (en el sentido figurado, en el que dejas de importar)
ha sido real y catastróficamente imposible.
Y vaya que insisto en alejarme
porque es que cerca tampoco sabemos estar.
¿Hubiese sido mejor no habernos conocido nunca?
¿Qué dices?
¿Tú si has podido encontrar la salida?
¿O también te aturde el silencio del laberinto?